Publicado en Devocional

Dios esta con Nosotros

Dios está contigo ahora. Él te acompaña y te lleva de Su mano poderosa.  A pesar de tus lágrimas, a pesar de tus dudas y flaquezas, Él todavía está contigo. Y te lo recuerda en Su palabra por medio de lo que escribió el apóstol Pablo:

«Por eso, alégrense, aunque sea necesario que por algún tiempo tengan muchos problemas y dificultades. Porque la confianza que ustedes tienen en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se prueba con fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se prueba por medio de los problemas.
Si ustedes pasan la prueba, su confianza será más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios, porque una confianza que se ha probado tanto merece ser muy alabada.
Amigo(a), aunque nunca hayas visto a Jesucristo, lo amas y crees en él, y tienes una alegría tan grande y hermosa que no puede describirse con palabras. Vives alegre porque ya sabes que Dios te salvará, y por eso confías en él». 1 Pedro 1:6-9 (TLA)
Y por eso es que puedes orar como el salmista:
«Cuando me encuentro en problemas, tú me das nuevas fuerzas. Muestras tu gran poder y me salvas de mis enemigos». Salmos 138:7 (TLA)
Mira lo que te recuerda Jesús en este día: «No te preocupes. Confía en Dios y confía también en mí. Te doy la paz. Pero no una paz como la que se desea en el mundo; lo que te doy es mi propia paz. No te preocupes ni tengas miedo por lo que va a pasar pronto» Juan 14:1 y 27 (TLA)
El apóstol Pablo sabía mucho de las pruebas, tuvo muchas experiencias difíciles, pero aun así declaró: «Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma. La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen». 2 Corintios 4:8-9 (TLA)
«Por eso, no dejes de confiar en Dios, porque sólo así recibirás un gran premio. Sean fuertes, y por ningún motivo dejen de confiar cuando estén sufriendo, para que así puedan hacer lo que Dios quiere y reciban lo que él les ha prometido». Hebreos 10:35-36 (TLA)
«Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús». Filipenses 1:6 (NVI)

Por eso, «No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos». Gálatas 6:9 (NVI)

«Todos ustedes, los que confían en Dios, ¡anímense y sean valientes!» Salmos 31:24 (TLA)

Anuncio publicitario
Publicado en Devocional

Dios Nunca Cambia

Recuerdo que en noviembre escribí que como seres humanos somos muy olvidadizos. Muy rápido se nos olvida de dónde nos sacó el Señor, olvidamos Su obra maravillosa en nosotros y la preciosa paz que experimentamos el día que Él nos abrazó por primera vez.

El mismo problema que tuvo el pueblo de Israel hace tantos años es el que tenemos ahora: la pasión que sentimos por nuestro Dios se evapora de a poquito con todas las cosas que tenemos que hacer.

Pero Dios no se conforma con eso. Y Él te llama a sus brazos nuevamente, para que estés con Él y para que recuperes tu primer amor. Por eso le decía a Su pueblo:

«¿Qué voy a hacer contigo, Efraín? ¿Qué voy a hacer contigo, Judá? El amor de ustedes es como nube matutina, como rocío que temprano se evapora». Oseas 6:4 (NVI)

Y también se lo recordó a la iglesia de Éfeso, ellos se jactaban de sus buenas obras, pero Dios les recordó que a pesar de todo eso:«Hay algo que no me gusta de ti, y es que ya no me amas tanto como me amabas cuando te hiciste cristiano». Apocalipsis 2:4 (TLA)

Por esto mismo Dios le recordaba a Su pueblo: «¡Pero tengan cuidado! Presten atención y no olviden las cosas que han visto sus ojos, ni las aparten de su corazón mientras vivan. Cuéntenselas a sus hijos y a sus nietos». Deuteronomio 4:9 (NVI)

Amigo, hoy Dios te dice: «Ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, normas y preceptos que yo te mando hoy. Y cuando hayas comido y te hayas saciado, cuando hayas edificado casas cómodas y las habites, cuando se hayan multiplicado tus ganados y tus rebaños, y hayan aumentado tu plata y tu oro y sean abundantes tus
riquezas, no te vuelvas orgulloso ni olvides al Señor tu Dios, quien te sacó de Egipto, la tierra donde viviste como esclavo»
. Deuteronomio 8:11-14 (NVI)

El mensaje es muy claro: Ya sea en la abundancia o en la escasez, no te olvides del Señor tu Dios.

En este día te invito a orar como el pueblo de Israel lo hizo:«Conozcamos al SEÑOR; vayamos tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra». Oseas 6.3

Porque esto es lo que Dios quiere, Amigo: «Lo que pido de ustedes es amor y no sacrificios, conocimiento de Dios y no holocaustos». Oseas 6.6

Por eso, hoy más que nunca, vuelve a amar a Dios como aquel primer día, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. «Así dice el Señor: Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, y no se aparten de él. Así hallarán el descanso anhelado». Jeremías 6:16 (NVI)

«Pero si reconocemos ante Dios que hemos pecado, podemos confiar siempre en que él, que es justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad». 1 Juan 1:9 (TLA)

«Desde la época de sus antepasados se han apartado de mis preceptos y no los han guardado. Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes dice el Señor Todopoderoso». Malaquías 3:7 (NVI)

Ése es el pedido de Dios.