Pedro y los primeros compañeros confiaron en la palabra de Cristo y echaron las redes “Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse” (Lucas 5: 6). “Remar Mar adentro” Es la tarea que debemos de asumir en nuestra mente y sobre todo en nuestro corazón.
Como Iglesia del Señor estamos llamados a remar mar adentro a responder a la palabra del Señor: Si acepto, y cumpliré con la gran comisión:
I. ¿QUÉ DEBEMOS DE HACER HERMANOS? (Hechos 2:37).
A esta pregunta respondemos:
- Asumir esta tarea de remar mar adentro con optimismo.
- La evangelización no es un método sino vida.
- Reconocer nuestra debilidad y nuestras grandezas sin MIEDO.
- Tener tiempos de Oración. (Hechos 1:14)
- Testigos del Amor de Cristo. (Jn 13:35).
Para dar una Nueva Evangelización que sea eficaz necesitamos examinarnos y responder:
II. ¿CÓMO PUEDO PAGAR AL SEÑOR TODO EL BIEN QUE ME HA HECHO? (Mateo 16:24).
Para que sea eficaz la evangelización tenemos que:
- Asumir la respuesta a través del evangelio: (Mateo 10:8).
- Ser Testigos vivos.
- Mirar a Cristo
- Hablar más de Cristo.
Toda iglesia cristiana, para evitar caer presa de la inercia, necesita definir qué clase de congregación quiere llegar a ser como resultado del crecimiento…
III. ¿QUÉ CLASE DE CRECIMIENTO ESTÁ BUSCANDO?
El pastor Ricardo Salazar un especialista en Igle-Crecimiento, señalaba que una congregación saludable debe crecer en seis áreas:
- En Número (Hch 2:41, 4:4, 5:14, Etc.):
- En Servicio (Hch 4:34, 6:1-2).
- En Conocimiento De La Palabra (Hch 2:42):
- En Santidad (Hch 2_38-40):
- En Unidad (Hch 2:44 Y 46):
- En Administración De Dones Y Talentos (Hch 2:43):
¿Qué precio está dispuesto a pagar?
Es probable que la construcción de una gran iglesia necesite inversión de tiempo y de recursos extraordinarios, y sea necesario sacrificarnos muchas veces.
“más en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía” (Lucas 5:5b-6)
Las personas están gritando “Queremos ver a Jesús”. los hombres de nuestro tiempo, piden a los creyentes de hoy no solo “Hablar” de Cristo, sino en cierto modo hacérselo “ver” “QUEREMOS VER A JESÚS” (Juan 12:21) significa: Con nuestro testimonio, una vida transformada por el Espíritu Santo.