Me gustaría decirte en este día: ¡eres valiente, y aunque no lo creas tienes la fuerza necesaria: el Señor la ha depositado en ti! Quizá piensas que no puedes más, pero lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. Dios ha puesto en ti Su Espíritu, Su presencia, Su vida, Su amor.
Creo de todo corazón que vas a conseguir escalar esa montaña, cruzar ese mar tumultuoso, pasar al otro lado, salir de ese túnel y ver de nuevo la luz. ¡Ánimo, querido(a) amigo(a)! El Señor no ha dicho aún Su última palabra. Sí, lo que es imposible para nosotros, son oportunidades para que Dios actúe; nuestras situaciones extremas son oportunidades para que el Señor manifieste Su pronto auxilio en medio de las dificultades (mira Salmos 46:1).
¡Sí, tienes fuerza! Tienes valor porque el Señor ha puesto esto en ti. Lo sé y lo creo. “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos” (Josué 1:6). Y hoy, Él te dice también: “Esfuérzate y sé valiente; porque Yo te he llamado”.
Me gustaría orar por ti ahora: “Señor, te pido por mi amigo(a), para que la paz le rodee ahora. Oro para que Tu perfecto amor eche fuera todo temor de su vida. ¡Te pido que le llenes con Tu fuerza y Tu valentía desde ahora y para siempre! En el maravilloso nombre de Jesús. ¡Amén!”