Nuestro corazón no es siempre tan puro como nos gustaría. En ocasiones, de hecho, nos decepciona: nos lleva a criticar, a enfadarnos con los demás, a tener pensamientos negativos, a enfadarnos…
Jesús nunca tuvo esta experiencia, ya que es perfecto, y Su corazón siempre ha sido puro. Sin embargo, Él te comprende perfectamente, y sabe lo que sientes cuando te decepcionas contigo mismo. Sigue leyendo «Recibe un Nuevo Corazón»