Hay grabados que no desaparecen nunca. Algunas marcas son eternas, como las que se hacen por ejemplo en el tronco de un árbol. Aunque pasen los años, la marca permanece.
La Biblia dice que Jesús tiene este tipo de grabado en Él, un grabado imborrable: “Mira, he escrito tu nombre en las palmas de mis manos” (La Biblia, Isaías 49:16).
Sí, querido(a) amigo(a), tu nombre está grabado en Sus manos, como una señal eterna de que eres Su hijo(a), y de que lo serás para siempre.
Tal vez haya días en los que pienses que Dios tiene buenas razones para borrar tu nombre. Pero no, Él no quiere borrarlo. Él escogió derramar Su sangre en la cruz para demostrar Su amor eterno por ti.
¡Te amo en el amor del Señor!