Continuamos nuestra serie sobre “el sueño de Dios para ti”, considerándola hoy desde el punto de vista de nuestra relación con Dios.
El pecado nos aparta del Padre. Pero hay una buena noticia: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”(Juan 3:16).
Quizá te preguntes, ¿por qué deberíamos hablar de este tema en medio de una serie de mensajes centrada sobre los sueños? Sencillamente porque ahí donde hay separación, no puede haber comunicación. Y sin comunicación, ¿cómo puedes recibir el sueño de Dios para ti? Te invito a dejar a los pies de la cruz todo aquello que te esté separando de Dios, y que te impida tener una relación con Él.
Querido(a) amigo(a), te aprecio mucho y mi deseo es que puedas recibir todo lo que el Señor tiene preparado para ti.
Si sientes la necesidad hacer las paces con el Padre, de restaurar tu relación con Él, te quiero invitar ahora a orar conmigo: “Padre Celestial, examíname con tu espíritu y muéstrame si estoy yendo por un mal camino. Te pido perdón por mis pecados. Gracias por la sangre de Jesús que me purifica de todo pecado. Te pido que me ayudes a vivir una vida que te sea agradable. Deseo con todo mi corazón estar en relación contigo. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”.