Vivimos en una sociedad que nos empuja permanentemente hacia el consumo. Sin embargo, no creo que una casa, un coche o el último smartphone puedan satisfacer las necesidades profundas de nuestro corazón, aunque tenerlos sea algo agradable. Nos gusta creer que la felicidad está en lo que poseemos.
Nuestro corazón tiene sed de algo mucho más grande y majestuoso: Jesús. Solo Él puede satisfacer nuestras necesidades, ya que nuestra plenitud se encuentra en Jesucristo (Colosenses 2:10) Sigue leyendo «¿Estás contento con lo que tienes?»