Imagina la cantidad de oraciones que están subiendo a Dios en este mismo instante. Todas van a ser oídas, pero sólo algunas serán cumplidas, mientras que otras no lo serán. Varias veces me he preguntado por qué esto es así, y una vez, mientras oraba por ello, esto es lo que el Señor me mostró.
Imagina todas estas oraciones llegando ante el trono de Dios. Algunas son puestas a un lado para su cumplimiento inmediato. Piensa en Pedro, en lo que le dijo al paralítico de nacimiento: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”. Tan pronto pronunció esas palabras, el milagro ocurrió. Puedes leer este pasaje en los primeros versículos de Hechos 3.
Hay tres elementos comunes en las oraciones que obtienen respuesta: el Amor, la Autoridad y la Audacia.
1. El Amor
El amor es el mandamiento más grande. Según 1 Corintios 13, el amor tiene que ser la motivación de todas nuestras acciones y oraciones. Dios es amor, y el amor toca Su corazón, Él responde al amor.
2. La Autoridad
No la nuestra, sino la del Nombre de Jesucristo. Todo poder Le es dado en el cielo y en la tierra, y Él nos dijo que pidiéramos al Padre en Su Nombre, es decir, de Su parte. No es una fórmula, sino una posición.
3. La Audacia
Es la fe en acción, la fe que avanza con valentía. La fe que se atreve y que agarra la respuesta, como dice la Biblia: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios…” (Hebreos 11:6).
Las oraciones que no son concedidas carecen muy a menudo de uno o dos de estos elementos, o de los tres. Cuando ores, recuerda estos 3 elementos, y no olvides tampoco que Dios es Dios, y que Él es soberano.
Deseo de todo corazón que tus oraciones sean contestadas, y tus peticiones concedidas. ¡Es lo que pido hoy con amor y con fe por ti, querido(a) amigo(a), creyendo que vas a recibir un milagro en este día, en el Nombre de Jesús!
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