En el Salmo 1, Dios nos compara a un árbol plantado cerca de una corriente de agua.
“Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará” (Salmo 1:3).
Esta corriente de agua es el frescor divino que viene a nuestra vida. Sin embargo, puede que en este día te sientas agobiado(a), seco(a), cansado(a) de la vida, vacío(a)… Sigue leyendo «Tiempos de refrigerio vienen a tu vida»