¿Te han pasado por la mente alguna vez dudas sobre si Dios te oye o no, y sobre si te va a contestar? ¿Te has preguntado en ocasiones dónde se encuentra Dios en medio de una situación complicada?
Querido(a) amigo(a), recibe hoy este mensaje como Su respuesta para ti:
“Quiero que sepas que…
- Dejé mi trono y nací en un establo, por ti.
- Dejé mi cielo de gloria y me hice hombre de carne y hueso, por ti.
- Llevé esta corona de espinas, por ti.
- Acepté el desprecio y la humillación, por ti.
- Acepté los golpes, los escupitajos y los clavos, por ti.
- Padecí la muerte en la cruz, por ti (Filipenses 2:8).
- Di mi vida, por amor a ti.
Quiero que lo sepas. Quiero que lo oigas. Deseo que lo sientas. Conquisté el universo, deshice el poder de la muerte y despojé al infierno por ti (Colosenses 2:15). Mi victoria no es política, mi victoria no es militar. Es un grito de amor que recorre el universo y la tierra entera, desde hace miles de años.
Y hoy estoy ahí, a tu lado. Quiero que lo sepas, Quiero que sepas que te amo, amigo(a) mío(a)”