Los días pasan, y cada uno de ellos es diferente. Cada instante es único, y puede estar cargado de gozo, de entusiasmo, o por el contrario de tristeza, de incomprensión e incluso desaliento.
Humanamente hablando, es complicado cuando nos toca atravesar situaciones difíciles. Sin embargo, personalmente, elijo en esos momentos poner mis ojos en Jesús y en Su Palabra. ¿Por qué? ¡Porque mi Dios es fiel! Y mi Dios, nuestro Dios, nos ha confiado un arma poderosa: ¡Su gozo!
La historia de Nehemías es una bella ilustración de ello. Leemos que el pueblo, al descubrir la ley de Dios, se puso a llorar y se desanimó. Pero su gobernador, Nehemías, ¡les alentó y les exhortó a festejar y a regocijarse! (mira Nehemías 8:9). Eso es lo que hizo el pueblo: regresaron a sus casas e hicieron una gran fiesta, regocijándose en el Señor.
¡Dios sabe lo que hace cuando te pide que te llenes de Su gozo y que te regocijes en Él! ¡El gozo del Señor es verdaderamente tu fuerza! (mira Nehemías 8:10). Es tu mejor aliado en tiempos de desaliento.
¿Te sientes desanimado(a) hoy, querido(a) amigo(a)? Llénate del gozo que Dios quiere darte. ¡El gozo del Señor es tu fuerza, y es Su regalo para ti en este día!