“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (mira Josué 1:9).
“No temas…”
El Señor conoce nuestros sentimientos y sabe que tenemos una tendencia natural a sentir miedo. Él sabe que tendemos a refugiarnos tras el miedo cuando lo que Él quiere hacer con nosotros nos parece demasiado grande. Sigue leyendo «¡No tengas Temor!»
En el transcurso de mi ministerio, Dios me ha mostrado realmente Su gracia. Me ha permitido ver millones de personas tocadas y miles de vidas transformadas. Le alabo por los testimonios que recibo cada día de nuestros lectores de “Un Milagro Cada Día”. ¡Doy toda la gloria a Dios por ello!
Por otro lado, es cierto también que he cometido errores, quizá más que los demás. Y he aprendido que lo realmente importante no es tanto el hecho de cometer errores, sino las decisiones que tomamos después de haberlos cometido. Sigue leyendo «¿Cómo actúas frente a tus errores?»
La Biblia dice que “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Salmo 34:7). Es una promesa que te da seguridad: Dios no te deja solo(a), sino que desea asegurar tu protección.
¿Por qué “acampa”? Esto nos recuerda a la época donde el pueblo de Israel estuvo en el desierto. Podía haber enemigos, tribus guerreras, animales salvajes… El peligro era bien real, pero el pueblo recibió una promesa: la de que Dios enviaría a su ángel para protegerlos, para guardar a los que le temen. Sigue leyendo «¡El ángel del Señor acampa a tu lado!»
Cuando estaba en el instituto bíblico, tuvimos una excelente profesora de griego, Hélène Balarin, que se convirtió más adelante en una traductora emérita de la Biblia. Recuerdo una expresión que aprendí con ella y que decía: “Doxa to Theo”, lo que significa: “Gloria a Dios”. Theo significa Dios y Doxa, Gloria.
Hace algún tiempo recibí un correo de uno de nuestros lectores que me tocó particularmente. Provenía de Claudia, una chica que vive en Francia, y terminaba con una oración que decía así:
“Si no hubiese cometido tantos errores, Señor, hoy no estaría enferma. Si te hubiese escuchado, Señor, con todos los avisos que me diste, no hubiese tenido que pasar por todas esas situaciones complicadas. Quiero cambiar y hacer lo correcto. Acompáñame Señor, para que pueda cambiar a partir de ahora”. Sigue leyendo «¡Dios no ha terminado su obra en ti!»
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